-Veras, Chema y Pepi andan de novios a hurtadillas y por lo visto con la bronca que tuvo con María, Pepi le ha puesto un ultimátum a Chema o le hace la puñeta o no entra en casa.  Y claro, ya sabemos que tiran más dos tetas que dos carretas…

- Si ya veo ya. Quién lo diría de un divorciado… pero la verdad es que esconder los periódicos es un asunto feo.

- Pues si… además creo que ha bajado Merche con el delantal de sevillanas y las zapatillas rojas a hacer apoyo moral, y entraba en tu portal vi que también llegaba Macu con un buen tapper de macarrones seguida de los dos churumbeles. Hay que ver los feos que son esos dos…

- Pero la que no ha hecho aparición es Pepi, ósea es de las que tiran la piedra y esconden la mano…

- ¡Anda pues claro! siempre ha sido muy cobarde. En nuestra comunidad una vez dejó una trampa y hasta que conseguimos hablar con ella… parecía una sombra ¡Oye! Ya parece que no se oyen voces ¿no?

- Si eso parece, déjame ver… 

Pero como no podía ser de otra manera, sonó el timbre a la vez que me acercaba a la terraza. A través de la mirilla vi a Carlos con una apariencia espantosa, abrí la puerta corriendo y apareció ante mí con la ropa por fuera, despeinado, con la chaqueta en el hombro y la cara toda arañada.

-¿Que te ha pasado? ¿y esos arañazos?

-Tus vecinas, que parecen gatas en celo… 

- ¿Mis vecinas? 

-Si se estaban peleando y como yo tenía que pasar por ahí las intenté separar. Pero esa del periódico se lio a tirar de los pelos a la otra, la otra la agarraba de la falda y casi la deja en bragas.... Madre mía apartaba a una y venía la otra por detrás y si no por delante, no era capaz de controlarlas. Parecían luchadores de sumo ¡que fuerza de verdad!

- Pero espera ¿quién es la otra? ¿Macu?

-Ah no sé cómo se llama, solo sé que es esa que toma tanto café en la terraza.

- ¡¡LA PEPI!!

Coreamos mi madre y yo a la vez, asombradas por el alcance que estaban tomando los acontecimientos.