Hoy a sido otra de esas tardes estupendas, que últimamente parece que puedo disfrutar más a menudo. Volví a salir con mi compañera del trabajo Ros. Fuimos a un restaurante que no conocía y que me encantó, muy minimalista y baratito. Disfruté de su compañía y me enseño otra parte de esta gran ciudad, Madrid.

Después de un pequeño paseo, nos encontramos en la puerta del MUSEO DEL PRADO.

- ¿Entramos?, ahora a las 6 es ¡¡gratuito!!

- Anda pues ¡¡sí!!.

Nos pusimos en la cola y tras media hora de espera entramos. Impresionante!!! Llevaba para entrar en este museo años!!!, nunca había encontrado con quien compartir esta experiencia.

Mi mayor ilusión era ver el cuadro de LAS MENINAS, un cuadro que significa mucho y nada para mí pero que me encanta!!.

Pasillos, largos, cuadros de muchos tamaños, pequeñas salas y… por fin!!!. Me encontré con la mirada de Velásquez que parecía querer pintarme a mí también, el jugueteo de los enanos, la mirada distraída de la Infanta, de las Meninas. No podía dejar de mirarlo cada detalle, cada parte…, parecía hipnotizada pero sobretodo me faltaban ojos para apreciar tan magnifica obra.

Que puedo decir que fue una tarde de ensueño y que de nuevo escuche esa frase tan grata:

“¡¡¡¡me lo he pasado genial!!!!”