miércoles, 23 de junio de 2010
Hace ya como dos semanas que estaba yo de camino al trabajo y se sentó a mi lado un apuesto príncipe azul, que suerte!!!
De repente el príncipe empezó a encogerse, estaba desconcertada, no sabía que le ocurría, parecía incomodo y preocupado por algo...
La carroza llega a su destino, y descubro cual es la preocupación de el apuesto príncipe..., esta encogido para que no se le notara que estaba sudando. Contrario a lo que pensaría otra princesa no sentí asco sino mas bien pena y una enorme ternura por aquel apuesto príncipe hecho todo un hombre, que al encogerse parecía un pequeño niño indefenso.
Estaba sorprendida pues unos días anteriores me mostró su cara mas descarada en la puerta de su fortaleza, me clavo tanto los ojos que me podía haber quedado clavada al suelo en ese mismo instante.
Después del suceso...el príncipe desapareció como si cenicienta se tratase y no volví a verlo dejando mis neuronas pensando...
Hoy he salido sin escolta al palacio Imprenta y... casualidad que en esa misma avenida me lo he encontrado de nuevo con su cara descarada y su mirada disimularte hacia mi persona. Ahora la duda es si....cuando me lo vuelva ha encontrar se volverá a encoger o seguirá siendo un descarado.
Luana
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
Encontrados y fichados...
-
Abril, el mes más cruelHace 1 día
-
TradicionesHace 5 meses
-
-
-
-
-
LA LLUVIAHace 5 años
-
TraiciónameHace 6 años
-
-
-
Relato: La fotografíaHace 10 años
-
EL EFECTO PIGMALIÓNHace 11 años
-
0 comentarios:
Publicar un comentario
¡¡¡Muchas gracias por tu comentario!!!