lunes, 10 de octubre de 2011
 foto del blog: http://paranoiasurbanas.blogspot.com


Alguna vez he pensado que el exterior solo es una imagen y que lo que verdaderamente importa es lo que uno contiene dentro, en el alma. Pero quién lo diga a menudo miente, esto en la práctica nada que ver, es más fácil ver a una persona guapa, delgada, esbelta…, que a una que exteriormente sea todo lo contrario.

Esto nos lleva a error hay personas maravillosas, con una mente prodigiosa y una simpatía inigualable que tienen unos kilos de más y yo me pregunto “¿y qué?¿Por eso es menos?” pues NO!!!.

Muchas veces paseamos por la calle ajenos a lo que el otro puede sentir y sin darnos cuenta estamos menos preciando a esa persona por su condición física, a veces yo me siento así y supongo que si alguno leéis esto también os pase.

Por este motivo llevo una temporada pensando en una frase algo retocada “la suerte de la guapa la fea la desea”… un cuento que me aplico porque hay que ver, me paso mirando a gente en el subsuelo de Madrid y que la mayoría (suelen ser tíos claro) andan babeando por una que lleva el pantalón ajustado, la falda corta o el escote en el ombligo, a ninguno se le va el ojo a esa chica gordita o con los paletos prominentes…

En alguna ocasión alguien me dijo que a mi también me miran pero que yo no lo veo (obvio no tengo ojos en la nuca…) pero yo no estoy tan segura de eso, siempre tengo la sensación de que hay chicas con mejor suerte que yo… hasta hace poco que una compañera del trabajo que está gordita me demostró que está feliz  y radiante con el nacimiento de su hijo y con todo lo que tiene a su alrededor.

Fue ahí cuando me di cuenta que no importa lo que la mayoría piense, sino lo que algunos pocos SI pueden ver!!

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