Había una vez un hombre que con la mayor sonrisa del mundo me dijo que tenía nombre de princesa y la verdad es que aquello no era un cumplido no, era la mayor verdad el mundo. 

Empiezo como dicen que empiezan los cuentos y lo hago así porque la historia de la que hoy hablamos no es más ni menos que un auténtico cuento que surgió en 1951. 

Soraya Esfandiary era una adolescente de una familia noble de Irán que vivía en Londres donde se estaba formando. Por aquella época, en otro lugar, el emperador se había separado de su primera mujer y buscaba una segunda esposa para tener un heredero, entre las miles de fotos que llegaron a palacio de la mano de los familiares, la elegida fue ella. Aquí empieza una historia llena de dudas, obligaciones, miedos… pero que nadie podía imaginar que se convertiría en una boda de sueño y 7 años de reinado al lado del hombre al que amaba. ¡Aaay! La chispa del amor… si amigos, fue un flechazo entre ambos.

Se la conoce como la princesa de los ojos tristes porque también se divorció de su marido, y tú dirás pero no dices que hay mucho amor… si pero eso no te lo cuento, algo tendremos que dejar para que lo leas ¿no? ;)

Narrada en forma de novela, es una historia que engancha y que resulta atractiva mientras la estás leyendo. Yo casi me paso alguna parada… ¡snif!  Lo que quizás no me ha gustado mucho es que no cuenta prácticamente nada de sus últimos años de vida. Fué una persona muy popular en las revistas y tenía varias viviendas una incluso aquí en España, por lo que me cuesta creer que no se pudiera decir nada, pero supongo que es en el reinado en la parte que el autor quiere centrarse y visto así...si está completito. 

Si críticos es bueno, también hay que decir a nuestros lectores que el libro dio origen a una peli así que para los más vagos… ;)

¡Hasta el miércoles!