viernes, 26 de abril de 2013


Ese instante tan corto, tan breve de encontrarse por primera vez. De dibujar sonrisas guardadas para ese momento, miradas que todavía no creen que por fin llegó el día en que estemos uno frente al otro. Un deseo tiernamente guardado en la caja de la esperanza, que por fin se materializó.

Como todos los buenos momentos solo durará segundos, minutos, no mucho más. Son pequeños instantes que dejan ese regusto dulce, esa energía que perdura un par de días,  una felicidad que te llena y te invade todo el cuerpo convirtiéndote en el ser más afortunado del mundo.

Cuando pasan las horas, te recreas en tus sueños devolviéndolos a la vida de nuevo. Recuperando cada detalle de aquel encuentro, desgastándolo con cada nuevo uso, como aquellos caramelos que poco a poco ruedan en nuestra boca volviéndose pequeños hasta desaparecer, dejando el regustillo dulce de su sabor que poco a poco también te va abandonando. 

Es en ese momento cuando sientes la necesitad imperiosa de repetir el instante, la sensación ser afortunado, único, llenar tu alma con esa energía especial que te envuelve... Entonces despiertas, se enciende la bombilla y te das cuenta que sin quererlo, sin pensarlo, te has vuelto adicto... un adicto a los instantes dulces sabor a caramelo, sabor a felicidad. 



Dedicado a Carolina, por aportar ideas, por estar siempre presente dentro y fuera del mundo virtual. Gracias, gracias, GRACIAS.


2 comentarios:

  1. BRAVO! FELICIDADES! Reto cumplido y con creces porque describes con exactitud esos momentos, que a partir de hoy yo también los llamare "sabor a caramelo" nada que agradeceder lo que hago lo hago con gusto! besos :)

    ResponderEliminar
  2. Gracias! que alivio cumplir el reto jeje. Un besazo enorme!!

    ResponderEliminar

¡¡¡Muchas gracias por tu comentario!!!

Related Posts with Thumbnails

Como pasa el tiempo....

No te pierdas lo nuevo de Revuelto de Neuronas en tu email,¡suscríbete!:

Delivered by FeedBurner

¡¡¡Sigueme!!!

¡Ojo! aquí quedas fichado...