Hace tiempo escuchando un programa de radio que hablan sobre cultura escuché el título de este libro y me llamó tanto la atención que lo anoté en mi lista de pendientes. Al cabo del tiempo me hice con él y sinceramente es tan raro que ni lo he entendido, ni me ha gustado.

El libro empieza bien, con el encargo a un escritor fantasma para que reconstruya la obra de un autor ya fallecido que no consiguió publicarlo antes de su muerte.  Pero a lo largo de la novela, la trama cambia y se convierte en una lucha de los personajes por proteger las fichas originales esto mezclado con una autobiografía que el escritor fantasma acepta y que sinceramente no tiene ni pies, ni cabeza en la trama. 

Cambios bruscos de escenarios, enemigos de los que no queda claro porque quieren unas fichas de un libro inacabado y que para el resto del mundo ha estado olvidado hasta ese momento,  diálogos entre los personajes que resultan ser imaginados por uno de ellos e incluso el nombre de Aurora Lee aparece como metido a capón en la historia.

Al pasar de páginas se convierte en una novela aburrida, pierdes interés por todo. Es cierto que no es una novela al uso y que es extraña, que si tuviera otra trama sería una novela diferente e incluso entretenida, pero no. 

Esperaba una novela con una trama romántica, donde la búsqueda de una tal Aurora Lee fuera la historia principal y me encontré con todo lo ya mencionado. Decepcionante, esa es la palabra así que si veis esta novela estáis en vuestro derecho de leerla, pero si apreciáis vuestro tiempo leer novelas con mejor calidad de construcción y de trama. 

Si amigo, hay cosas que no se entienden. Lo dicho un libro para para dejar en la estantería de la tienda...

¡Hasta el miércoles!