viernes, 19 de junio de 2015
El otro día estaba en el sofá repanchingada leyendo el correo cuando vi un sobre abultado, que al tacto resultaba un tanto blandengue. Cuando lo abrí, descubrí que aquel sobre no era para mí si no para Lito. Si aquí el amigo también recibe correspondencia…
Así que le llame y le dije: "Lito mira ¡tienes un regalo!". Vino meneando las caderas como el solo sabe hacer, haciendo sonar el cascabel para que se notara su presencia y con la curiosidad innata de los gatos. ¡Ay! pero cuando vio que aquello era comida y que era de la blandita la euforia se le pasó.
Yo diría que en su cara se refleja un "que cabrones y encima me la mandan de la que no me gusta..." Así que del mismo modo que vino haciéndose notar, se fue escurriendo el bulto como el que pasa por allí nada más.
Gatos... no hay quién los entienda...
jueves, 18 de junio de 2015
-Algún día me dirás como te enteras de tantas cosas María.
La solté con todo el desparpajo de una que aún no se había lavado la cara.
-Mujer, la información está ahí, solo hay que saber observar
y con un poco de aquí y de allá se completa la historia. -Nos soltó una
orgullosa María que con el periódico debajo del brazo. Solo le faltó echarse el
aliento en las uñas y sacarse brillo.
- Ojo clínico es lo
que tienes tú.- Pepi lo soltó así como
si nada, mientras removía con energía su café.
- ¿De qué me acusas Pepi? ¡Eh! Porque bien que cuando
quieres saber algo me preguntas y luego te encargas de contarlo por ahí como has
hecho ahora.
- Que quieres que te diga María, sigo tu ejemplo. Todo el
mundo sabe que te paseas por la calle con ese dichoso periódico mientras
recoger y sueltas la sopa por ahí.
- Podrías tener un poquito de respeto ¿no Pepi? Todos sabemos
que tuviste tu lio amoroso con el Chema, cosa que a mí me consta que sigue siendo
así, y tampoco te lo recrimino cada dos
por tres.
- ¡Te estás pasando! Porque una cosa es que me recrimines lo
que te estoy diciendo y otra muy distinta es que te metas en mi vida privada.
-¡Yo no me meto en nada!, ¡pero me parece vergonzoso que me sueltes
esas acusaciones así sin más!.- el tono de voz iba subiendo por momentos.
-Y qué quieres que te diga si es la pura verdad. Eres una
cotilla, ¡Una CO-TI-LLA!.
-¡Y tú una solterona libertina!.
El café de Pepi acabó en la cabeza de la Gaceta bajo la
atenta mirada de todos los alborotadores de la calle. Porque su discusión llegó
a tal nivel que el resto se calló y ellas tomaron el relevo.
Con la boca abierta la Gaceta se limpiaba la cara con la
manga mientras soltaba un: “Esto no se quedará así Pepi, ¡te has pasado tres
pueblos!” y yo cobarde de mí, retrocedía
tres pasos mientras entraba en casa y cerraba la terraza. No podía evitar
sentirme culpable, si yo no hubiera lanzado aquella puntada nada de esto
hubiera pasado.
miércoles, 17 de junio de 2015
Cada vida que nace puede ser susceptible de ser escrita, pero solo algunas son las privilegiadas de dicho honor. En este caso no es una vida real, pero como si lo fuera porque la historia de Amelia Garayoa es la historia de muchas personas que vivieron en la peor parte del s. XX
La novela arranca en el principio de su vida, la cual iremos descubriendo poco a poco de la mano de su bisnieto Guillermo. Un periodista demasiado ocioso con un trabajo poco gratificante para él, que se verá envuelto en el trabajo extra de investigar la vida de Amelia. Un viaje de aquí para allá que nos descubrirá esa vida inquietante, llena de espías, de amores, de amantes, sufrimientos, culpas y rencores…
Es una novela con una forma cuidada, con una lectura sencilla y con muchas referencias históricas. Me gusta mucho como nos lleva de la mano, como a través de una historia presente nos va enlazando a una historia pasada. A veces te abstraes tanto que ni te acuerdas que hay que regresar al presente, al momento en el que el personaje de Guillermo vive. Todo ello demuestra que la autora se lo ha currado mucho.
Tan solo hay una cosa que no me gusta de ella y es que se menciona muchas veces que el personaje de Amelia Garayoa es una mujer muy apasionada en cuestiones amorosas. Y sin embargo se cuenta de una forma tan simple, que incluso eché de menos esa chispa que le hace falta. Vamos las escenas un poco picantes (tampoco en exceso eh! Que hay algunos que se pasan a la novela erótica en un pis pas), vamos más besos y escenas románticas ¡oye! que se vea que no fueron todo penas para ella ;)
Pero fuera de eso es un libro recomendable para aprender historia y pasar el rato, además tiene un final a mi modo de ver perfecto y que explica perfectamente el título del libro.
¡Hasta el míercoles!
martes, 16 de junio de 2015
La pasión es algo incontrolable. Te puede atacar en pleno
salón, en plena habitación, de madrugada, en el probador, en la cocina o en la
puerta del metro.
Si, en ese rincón oscuro, apestoso donde alguna vez viste un
vagabundo sentarse…, ahí puede atacarte
y ¿qué vas a hacer? Pues lo mismo que la pareja que me acabo de cruzar
agarrarse el uno al otro y meterse la lengua hasta la campañilla.
¡puaj! Que loco es el amor…
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