jueves, 12 de septiembre de 2013
| Foto de la web http://www.fabulandia.org |
Llevo horas sentada frente al cursor, parpadea una y otra
vez, permanece a la espera de que le dé la orden de escribir, pero es complicado.
Porque en un día como hoy no sé cómo comenzar a contar una historia, una
historia sobre mí.
Podría empezar por contar las novedades de hoy: nuevas canas, nuevas arrugas, me pesan las piernas, me duele la cadera... pero como
te cuento esto de manera graciosa…, no sé.
Llevo horas pensando en tartas, pensando en los famoso
convites presididos por sandwiches de
jamón y queso, paté o Nocilla de mi madre, de los gusanitos rojos o de las
patatas con forma de aro de cebolla mojadas en Coca-Cola. Pero nada de esto me
sirve…
¿Y si pruebo con las fiestas?, quiero decir con las fiestas
que me he pegado con los amigos. Lo cierto es que no han sido muchas, pero se
me vienen a la mente los vinillos en el mercado de San Miguel, las cañas en el
bar cerca del curro o las fiestas en el pueblo, no sé..., podría contar también la
del año pasado… ¡todo un 100 montaditos cantando el cumpleaños feliz! ¡Uff!, pero tampoco
lo veo claro…
Al final creo que dejaré que pase el día, un día normal, un
día como cualquier otro. Quizás al final del día tengo mucho que contar, porque
lo cierto es que cada año es único, cada día es original, solo depende de nosotros hacerlo especial.
En fin se me pasó el rato, el cursor sigue parpadeando, ya es hora de soplar las velas. Pediré
un deseo… que tal un: espero que al año que viene me sigas leyendo ;)
martes, 10 de septiembre de 2013
Mi calle es un nido de cotillas, si, así como te lo digo, y
la cotilla mayor vive en el número 6. Su mala fortuna es vivir en un piso que dé
al patio trasero, a ese que solo se sale a tender. Por el contrario su buena
suerte es el kiosco del Chema que justamente está al otro lado de la calle, muy
conveniente para ella, donde venden su periódico preferido: La Gaceta.
No me
preguntes porque elige precisamente ese, por las noticias no creo que sea, debe
ser por la textura de las hojas. El caso es que María, que así se llama, se
pasea por toda la Calle San Luis camuflada tras un periódico, mostrando su
supuesto interés por el contenido, pero lo que realmente capta es el
continente.
La verdad es que María “la Gaceta”, se pasea a cualquier hora, da
igual que sea mañana o tarde, eso sí nunca la pillarás a la misma, estoy
convencida que es una estrategia. No intentes despistarla, siempre está al
acecho y si te atrapa, tu última oportunidad es salir corriendo.
Aun así, si te
pilla, ya puedes dar por muertas las horas siguientes, no solo porque te
preguntará por todo hijo de vecino, sino que su cantaleta mayor es la de dar
pena, y eso, créeme, es inaguantable.
Dicho esto entenderás porque en los próximos
días no te escribiré, aunque quizás sea mejor decírtelo en código morse… ¡HELP!
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